Gracias a la información que nos aporta cómo se mueven las ondas sísmicas por el interior de la Tierra, hemos podido interpretar el interior de la misma.
Siempre que haya una variación brusca en la velocidad de la onda, se nos está indicando que hay un cambio en la composición o en la temperatura de los materiales, marcando así un cambio importante en el estado físico y en la composición en esa zona del interior terrestre. A estas variaciones bruscas es a lo que denominamos " Discontinuidades sísmicas"
Existen dos variaciones que predominan por encima de las demás:
a. Discontinuidad de Mohorovicic o Moho: su profundidad oscila entre los 25 y 70 km de profundidad en continentes, y entre 5 y 10 km en océanos. A estas profundidades, las velocidades de las ondas P y S ascienden considerablemente. Gracias a este cambio hemos podido diferenciar la delgada capa superficial de corteza que separa al manto.
b. Discontinuidad de Gutenberg: se encuentra a unos 2900 km de profundidad. Aquí las ondas P caen en su velocidad bruscamente, y lo que es más, las ondas S dejan de propagarse. Sabiendo que estas últimas no pueden propagarse por los medios fluidos, se concluye que que a esa profundidad comienza una nueva capa, el núcleo.
Gracias a estas dos discontinuidades pudimos distinguir las tres grandes capas de la Tierra: corteza, manto y núcleo.
Aparte de estas grandes variaciones, pequeñas fluctuaciones nos pueden indicar que existan nuevas subcapas dentro del manto y del núcleo:
a. Pequeños incrementos en la velocidad de ondas P y S en el manto no permite separar el manto superior del inferior. La mayor variación se produce a 660 km de profundidad, de ahí que sea aquí donde se establezca esa discontinuidad.
b. Discontinuidad de Lehmann: a 5150 km las ondas P experimentan una subida de velocidad brusca que se interpreta como un cambio en el estado físico de los materiales, pasando de nuevo a ser sólidos. Es aquí dónde se establece la diferencia entre la capa del núcleo externo líquido, y el interno sólido.
Con toda esta información se resume con saber las profundidades de cada capa, y su estado físico: sólido para corteza, manto y núcleo interno, y líquido para el núcleo externo.
Ej. 11, 12 y 13 pág. 261
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