Si medimos los espesores de corteza que hay en todo el planeta, veremos que son muy diferentes dependiendo de la zona de la Tierra en la que nos encontremos. Las zonas más gruesas las encontramos bajos grandes cordilleras como el Himalaya, y a la contra encontramos los valores más bajos de grosor bajo las áreas oceánicas. Este fenómeno se produce por el proceso de la Isostasia.
Se debe pensar que la corteza terrestre tiene un comportamiento fluido sobre el manto en el que se aposenta. De tal manera, dicha corteza estaría "flotando" sobre dicho manto pudiendo cambiar su posición dependiendo del material que presente. Así, si en una zona de corteza, por alguna causa, se descargara de material (por ejemplo por la erosión), pesaría menos y por tanto se elevaría. Al revés ocurriría si se carga de materiales (por ejemplo por sedimentación), que al presentar más peso se hundiría bajo este.
La corteza, intenta buscar un equilibrio entre este descenso y subida, buscando así el denominado "equilibrio isostático" con los materiales del manto más densos. Gracias a la isostasia se presentan las costas de inmersión (zonas de playa donde el mar ha "entrado" en el continente por una bajada de este) y costas de emersión (zonas de playa donde el mar "sale" del continente por una subida de este).
Puntos a destacar en la teoría de la Isostasia:
1. La isostasia es un proceso lento, durando miles de años. El ejemplo más evidente es la elevación que aún hoy se está generando en escandinavia tras la fusión de la última glaciación hace 10000 años.
2. La flotación de la litosfera se debe al carácter de fluido que presenta la astenosfera.
3. El equilibrio isostático se genera a nivel regional, no local distribuyendose por igual en toda la zona afectada.
4. Ante cualquier retirada o aporte de materiales se inicia siempre un ajuste para equilibrar la zona. Por tanto, un aumento en el grosor en el futuro creará grandes altitudes.
Ej. 24 pág. 268. 25 y 26 pág. 269. ej. 32 pág. 271.
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